voy a salir
porque puedo hacerlo.
pero como todo lo conciente
debe tener un puerto
voy a salir a comprar puchos.
la moto
con el fresco
propio
de la velocidad
me hace lagrimear,
pero como todo lo inconciente
debe tener un puerto
quizás
necesitaba llorar.
y como regalé mi brújula
alguna noche
para olvidar-me,
termino en el bodegon
con los poetas.
así
cuando el silencio
envía
sus secuaces
siempre
encuentran
una habitación
vacía.
n.nescio
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