14/12/11
Collar
cierro la puerta
y unos minutos
despuès
lo escucho refunfuñar
y el ruido a hueso
resignado
que hacen los perros
al acostarse
apago la luz
como sentencia,
pero yo sè
que el sabe.
en la oscuridad
voy sigiloso
corro la cortina
y lo observo
a traves del vidrio,
no mueve la cabeza
pero gira los ojitos
hacia mì
y rapido
desvìa la vista
como diciendo
terminemos
con el teatro
dejo
la puerta
entreabierta
y vuelvo
a la cama,
segundos despuès
entra
con ruido
a zarpita respetuosa
y se acuesta
en la alfombra
a mi lado
para que le rasque
la oreja.
que ahì
afuera
el otro
sepa
que ahora,
somos dos.
g.
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